Estoy arreglado con Dios, dice Javier Corral (Primera parte)

“El gobernador César Duarte, creyó que gobernaría toda la vida y que nadie lo tocaría, por eso, sus excesos de egolatría y narcisismo hasta el grado de poner sus iniciales en el escudo del Gobierno de Chihuahua”, dice en entrevista con El Heraldo de Chihuahua, Javier Corral Jurado, gobernador electo para el período 2016-2021.

Considera que por un acto de justicia, “las instituciones deben de llevar a César Duarte a la cárcel, no yo”, y esto es necesario para sanear el daño y sobre todo, para dar un mensaje a la clase política, sean del PAN, del PRI o de Morena, de que el “que la hace, la paga”.

Expresa que no se tratará de una venganza, ni revancha política, sólo de justicia que es lo que piden miles de
chihuahuenses.

Afirma que su triunfo electoral del pasado 5 de junio, es una gran oportunidad para recuperar el sentido de dignidad en la política y sobre todo, porque “llega a la gubernatura sin ningún compromiso político o con grupos de empresarios”.

“No hice negociaciones ni con grupos del PAN ni con los grandes Mecenas que antes tenía el PAN, de esos grupos económicos que tradicionalmente han influido en las decisiones del PAN que ahora votaron por otra opción, aunque, dice, soy muy respetuoso de la decisión que tomaron, por lo que llego totalmente libre”.

En una amplia charla con El Heraldo de Chihuahua, comenta que durante la campaña electoral le llegaron amenazas de parte de grupos delictivos que lo iban a liquidar. “Me mandaron varios recados, uno de ellos del narcotraficante conocido como “El 80”, de la región de Bocoyna, Namiquipa e Ignacio Zaragoza de la zona serrana, pero el que más me preocupó fue Luján Welmar, que es el verdadero jefe de este sicario, porque es muy protegido por la Fiscalía estatal, en especial por Ernesto Rocha, el jefe de la Policía Estatal”.

En lo anímico, dice que se siente con una paz interior para enfrentar el reto. “Estoy arreglado con Dios y con la naturaleza, con mi familia y mis amigos. Llego sin fobias personales, contra nadie, ni contra Duarte, y aunque acepta que el reto lo abruma, dice que se crece al castigo”.

La entrevista se realizó en un espacio que para el panismo chihuahuense es icónico; en la casa donde vivió Guillermo Prieto Luján, gran tribuno del PAN, primer diputado panista en la ciudad de Chihuahua y uno de los promotores del movimiento de Resistencia Civil en 1986. La recámara de ese líder panista, es la oficina privada de Javier Corral.

Reconoce que antes de tomar la decisión para ser el candidato al Gobierno por el PAN, había una corriente muy fuerte para convencer al empresario Miguel Fernández Iturriza que se lanzara, pero su esposa Cinthia, lo animó. “Fue, dice, la chispa que me hizo tomar la determinación, y me dijo que como chihuahuense no podía dejar pasar la situación que vivía el Estado”.

Acepta que ahora es consciente de su nuevo papel, de gobernar para todos. “No vengo a ganar un debate ni a ocupar la tribuna del gobierno, sino a resolver problemas”, dice para responder al planteamiento de su carácter polémico, parlamentario, rijoso que le caracterizaba.

“Son otros tiempos de aquellos debates muy peleoneros. Ahora, la vida te enseña que todo se puede decir y cuando se dice con elegancia y estilo, duele más. No es la dureza de las palabras, sino la frescura del pensamiento y la profundidad de las ideas, lo que cuentan”.

De lo que sí le duele en esta nueva encomienda, es dejar de escribir, disciplina que tiene desde los 11 años, y tendrá que suspender o posponer las cuatro entregas semanales a diferentes medios de comunicación. Pero, por otro lado, festeja, hablando de medios, que Televisa le retiró el veto después de 18 años y esboza una sonrisa, al comentar que después de haber ganado las elecciones del domingo 5, lo entrevistó Carlos Loret de Mola.

El próximo mes de agosto cumplirá 50 años de edad, y platica que los cumplirá siendo ya gobernador de Chihuahua, aunque precisa que no lo va a celebrar con Juan Gabriel. Ni tampoco los celebrará en la Casa de Gobierno, porque no la habitará. Desde la campaña anunció que de ganar, habilitaría la Casa de Gobierno como un albergue o centro cultural.

“Cinthia y yo viviremos en la casa de siempre, porque no debemos de acostumbrarnos a las cosas que no son de nosotros ni a tratos que no nos van a dar cuando dejemos de estar en el Gobierno”, dice.

Anuncia, que venderá algunos aviones de la flotilla área del Gobierno del Estado, y el helicóptero oficial, estará a partir del 10 de octubre en la sierra para ser utilizado como ambulancia aérea, porque allá, todavía se mueren las personas por falta de un traslado inmediato para ser atendidos en un hospital.

Una oficina muy especial

La oficina particular de Javier Corral Jurado, es la casa de quien fue uno de los principales líderes del panismo chihuahuense, Guillermo Prieto Luján, quien se distinguió por su oratoria encendida, y de quien, Corral Jurado, empezó a imitar en las dotes retóricas.

Platica que recuperó, hace un par de años, esta casa. Era una casa que estaba abandonada y cada vez que pasaba, me dolía verla así. Te platico que vi una nota en El Heraldo que decía que estaba en venta y contacté a los dueños para comprarla.

Guillermo Prieto fue un demócrata y uno de los más excelsos tribunos con los que ha contado el PAN. Influyó en mi vida, porque me deslumbró desde el primer día que yo lo escuché siendo a un adolescente. A principios de los ochentas, conocí en Juárez a Pablo Emilio Madero que era candidato a presidente de la República y candidatos al Senado eran don Luis H Álvarez y Guillermo Prieto Luján. Corral era reportero del Canal 44 en 1982.

Una victoria, más allá de los partidos

La elección del domingo 5 de junio, dice en la entrevista Javier Corral, tuvo un carácter plebiscitario en términos de un proceso político económico y social que tuvo como principal escenario la corrupción y la impunidad.

Fueron un conjunto de situaciones en las que operaron la decepción ciudadana frente al saqueo impune, la irritación en la ciudadanía. Y afortunadamente, en Chihuahua, ese desánimo se convirtió en participación efectiva en las urnas, con lo que se demostró que la corrupción obviamente no es un problema cultural y que cuando la gente se decide se puede derrotar, incluso en las condiciones más adversas a la maquinaria priísta que siempre se había visto como invencible.

Dice que no recibe de la ciudadanía un cheque en blanco, al contrario lo que se nos ha dado es una oportunidad, porque el pueblo de Chihuahua es el titular de esta victoria y sólo al pueblo de Chihuahua le corresponde y le pertenece el triunfo.

“Yo soy de los que está muy convencido que los partidos políticos se habían estado desgastando, que la gente mostraba también un hartazgo contra los partidos políticos por un exceso de partidocracia donde los partidos discuten y resuelven los grandes problemas nacionales, se reparten muchas cosas.

“Veía que había una gran decepción en los partidos políticos, pero también mucha gente los veía como una opción, y aquí la sorpresa: salen a votar, a volcarse en un partido político para acabar con otro partido político.

“Entonces, no son los partidos políticos parte de esa decepción ciudadana, aunque yo mismo he sido un crítico de desviaciones, de alejamientos de ideales y deslealtades. Se debe considerar también, que no fue la típica candidatura, porque además logramos una gran alianza ciudadana que trascendió el PAN, se conjuntaron liderazgos de actores de distintas ideologías, de distintos partidos, condiciones religiosas, personas que se dedican a la causa de derechos humanos, defensa de niños, de migrantes, organizaciones campesinas en el estado que se unieron a nosotros.

“Creamos una plataforma ciudadana, más allá de los partidos y de mi propia candidatura. Este fue el cauce que la gente vio como el medio más efectivo, lo que la gente quería. Esa era la postura de Javier Corral. Antes trataron de convencer a Miguel Fernández, para ser candidato de un frente opositor de varios partidos, pero no se pudo porque Duarte ya se había apoderado del PRD y de Movimiento Ciudadano, y era difícil armar una coalición de partidos.

“Las primeras consultas que hicimos fueron con Víctor Quintana, Lucha Castro, Gabino Gómez, Blanca Gámez, Alma Gómez, Martín Solís. El otro esquema, para tomar la decisión dentro del PAN, fue que se hiciera una encuesta ciudadana abierta y una consulta a la militancia. Cuando me dijeron que sí, que sí lo hacían, yo les propuse que estuviéramos dispuestos hacer una alianza con otras fuerzas.

“Pudimos abrir espacios para la alianza con otras fuerzas políticas, que no fueran partidos políticos y en Juárez y otros municipios hubo candidatos de esa alianza. Por ejemplo, Blanca Gámez fue la propuesta de los grupos de la red de mujeres”.
“Llego sin compromisos de grupos”

Aquí hay una gran oportunidad para recuperar el sentido de dignidad de la política en sentido ético.

“Los chihuahuenses dijeron con toda claridad que no quieren un Gobierno corrupto y corruptor y que puede regresar la confianza a los partidos si estos están dispuestos a responder con hechos.

“Nuestro primer compromiso es un gabinete plural, de hombres y mujeres íntegros, que quieran a Chihuahua. Un gabinete de muy buen nivel, porque esa es quizá la visión más importante que un gobernador toma al principio de su periodo. De hecho, esa decisión puede ser el éxito o el fracaso de su Gobierno.

“Mi gran fortaleza es que yo llego sin compromiso alguno, con absoluta libertad. No hice negociaciones y los grandes Mecenas que antes tenía el PAN ahora se fueron por otro lado. Llego totalmente libre de grupos en el PAN, de los grupos económicos que tradicionalmente han influido las decisiones en el PAN que votaron por otra opción y que soy muy respetuoso de eso; respeto la decisión que tomaron”.

No hice acuerdo con ningún grupo del PAN para hacer o no candidato a alguien. Tuve mucho cuidado, pero mucho, en el financiamiento de mi campaña y una de las grandes condiciones que le puse el partido y que lo reclamo como un acierto personal es haberle pedido al PAN que pusiera institucionalmente la mayoría de los recursos económicos en la campaña.

“Frente a una propuesta como la nuestra, de combate a la corrupción y la impunidad, como eje central de nuestra oferta política, había que tener mucho rigor en cómo construir la campaña para el triunfo, porque la corrupción política empieza en este modelito de campañas que son un túnel sin fondo en donde empiezas el compromiso de todo tipo y el que te da dinero para la campaña, espera que después se lo retribuyas, pero en grandes cantidades”.
El narco protegido por jefe de la Policía

Yo tuve una posición muy clara en la campaña para aceptar apoyos financieros. En el caso del narcotráfico, no hubo ofrecimientos, al contrario, me llegaron amenazas en la campaña.

Fui amenazado, me mandaron amenazas de que me iban a liquidar si yo venía denunciando lo que habían publicado algunos medios de lo que sucedía en el proceso electoral como los de Bocoyna, Bachíniva, Chínipas, Ignacio Zaragoza o Namiquipa. Varias veces me mandaron recados, uno de ellos el sicario con el alias “El 80” y otro de ellos, el jefe del “80” que fue el que más nos preocupó, un tal Luján Weimar, que es el verdadero jefe.

Este sicario está muy protegido por la Fiscalía Estatal, este personaje protegido por Ernesto Rocha, el jefe de la Policía Estatal, que también es el jefe de la policía preventiva y de la policía única.
No tuvo el dinero de Barraza y Serrano

“Fue muy importante motivar la participación de los ciudadanos, porque no había manera de formar una estructura en el partido pues no había ni tiempo ni recursos. Dijimos, al PRI no le vamos a ganar con su estructura, porque no tenemos recursos, lo que nosotros hicimos fue volver a colocar la esperanza de la gente y convertir esa situación en participación efectiva en las urnas, con el apoyo de las redes sociales, que digo son la plataforma no solamente libre sino libertaria.

“Por ejemplo, Chacho Barraza se gastó fácilmente 5 veces más que yo. Les sobró dinero de Monterrey, “El Bronco”, de FEMSA. Si algo tenía era dinero, pero en política hay que recordar que de tener sólo dinero resulta la pobreza, hay que recordar aquel que dijo son tan pobres o eran tan pobres que sólo dinero tenían. O Serrano que gastó como 600 millones de pesos”.


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