La difusión de la entrevista que censuró Nicolás Maduro a Univisión fue una traición de alguien de su círcul

Una traición en el entorno de Nicolás Maduro ha provocado que la polémica entrevista que en febrero le realizó en Caracas el periodista Jorge Ramos, arrebatada por la fuerza al equipo del Univisión en el propio Palacio de Miraflores, vaya a ser emitida mañana en un programa especial en el canal estadounidense. El fragmento adelantado en las redes sociales y en la web de Univisión confirma lo ya contado por Ramos en febrero: un tenso duelo dialéctico entre la incomodidad y las amenazas del jefe revolucionario.

"Tú te llevas tu basurita, compadre. Agarra tu basurita", contestó Maduro después de que el periodista mexicano-estadounidense le mostrase una lista de 400 presos políticos. "Vienes a provocarme, te vas a tragar tu provocación. Te vas a tragar con Coca-Cola tu provocación", enfatizó el líder bolivariano, con tono y palabras que no son las habituales en sus constantes apariciones televisivas, pero que sí se deslizan en los momentos de mayor ebullición política.

"Es la entrevista que Maduro escondía... Hemos recuperado el vídeo por fuentes confidenciales, por su seguridad no vamos a decir quiénes son", aseguró Ramos desde Madrid, donde asistió como premiado a la gala de Vanity Fair España. El material audiovisual recorrió cuatro países hasta llegar a la sala de redacción de Miami, confirmaron desde la capital de Florida.

Pero la traición va más allá: la grabación ahora en manos de Univisión no es la original realizada por los colaboradores de Ramos, sino la que llevó a cabo el equipo de prensa del Palacio de Miraflores. La grabación en paralelo es una práctica habitual de los medios de propaganda del Gobierno, ya que una vez editada a conveniencia se emite en los distintos canales chavistas.

"Tú tienes que ser un poco más equilibrado, tienes una posición contra la revolución bolivariana. Tú eres un opositor de derecha que vive en EEUU, muy antirrevolucionario. No eres sólo un periodista, Jorge", espetó Maduro a Ramos, conocido también por sus duros enfrentamientos con el presidente estadounidense, Donald Trump.

La emisión de la entrevista llega en un mal momento para el "hijo de Chávez", en medio de su campaña de mejora de imagen internacional al resguardo de los diálogos en Oslo con la oposición. No soló por los sorprendentes 17 minutos de entrevista, sino también porque devuelve al primer plano el maltrato recibido por el equipo periodístico, formado por siete profesionales: les retuvieron en contra de su voluntad, les encerraron a oscuras durante dos horas, les arrebataron sus teléfonos y sus equipos, les confiscaron el material audiovisual, les hostigaron y un día más tarde les deportaron a la fuerza.

Durante ese tiempo, fueron agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) los encargados de vigilar a los periodistas. El director de la policía política entonces, el general Cristopher Figuera, protagonizó el intento de rebelión militar del 30 de abril. Desde su exilio actual, ha llamado a sus compañeros de armas a enfrentarse al Gobierno revolucionario.

"Usted sabe que no es el presidente legítimo, entonces ¿cómo le llamo? Para ellos usted es un dictador", comenzó Ramos su cuestionario. Maduro agarró un ejemplar de la Carta Magna del 99 y respondió: "Me tienes que llamar como dice la Constitución. Me llamo Nicolás Maduro Moros. Soy un obrero, un hombre sencillo, por voto popular he sido electo y reelecto presidente".

La entrevista comenzaba así sin anestesia, pero lo mejor estaba por llegar. La incomodidad de Maduro creció al ser interrogado por los derechos humanos con una lista de 400 presos. "En Venezuela hay un régimen de derecho, hemos sido víctimas de ataques violentos", respondió Maduro.

La realidad es aún peor a la expresada por Ramos: la última actualización del Foro Penal, que la OEA hace suya, eleva hasta 797 la lista de prisioneros políticos, más 8.590 personas "sujetas a procesos penales injustos bajo medidas cautelares", desveló Gonzalo Himiob, director del Foro Penal. Naciones Unidas y Amnistía Internacional también confirman la existencia de los presos políticos que el chavismo niega.

"La narrativa del poder siempre ha buscado consolidar la idea de que toda la oposición es criminal y violenta. Aceptar la existencia de presos políticos acaba con esa narrativa", explicó Himiob para EL MUNDO.

Estas organizaciones internacionales, más otras locales como la ONG Provea, también han denunciado la existencia de torturas en los calabozos del chavismo, así como de muertes violentas por represión, incluso ejecuciones extrasumariales.

El diálogo entre mandatario y periodista siguió su curso a duras penas, hasta que Ramos mostró a Maduro el vídeo grabado el día anterior en las calles de Chacao, al este de la capital. Un documento de enorme dureza, donde se ve a varios jóvenes comiendo directamente del camión de la basura. El dirigente revolucionario llegó a su límite: "Esta entrevista no tiene ningún sentido, ni para mí ni para ti. Yo creo que es mejor suspenderla. Te agradezco todo, hasta luego".

Maduro se levantó de la silla y se fue, seguido por las cámaras de su equipo televisivo. Segundos después los agentes gubernamentales comenzaron a hostigar al equipo de Univisión para confiscar la grabación. Tres meses después, finalmente esta ha salido a la luz pública. "Nos negamos a aceptar la censura de ningún gobierno", sentenció Ramos.