AMLO su política antinflacionaria

Por Juan Carlos Loera de la Rosa- En las últimas semanas ha crecido la preocupación por la presencia de la inflación en la vida económica de la sociedad internacional y desde luego en México.

Por Juan Carlos Loera de la Rosa- En las últimas semanas ha crecido la preocupación por la presencia de la inflación en la vida económica de la sociedad internacional y desde luego en México.



La experiencia que muchos recordamos fue tan desagradable que no queremos que de nuevo se repita la historia de los ochenta y noventa, cuando las alzas continuas de precios pulverizaron las esperanzas de millones de mexicanos.

Sin embargo, en muchos aspectos la situación hoy es diferente, en especial porque el Gobierno de la 4T ha implantado una nueva política económica que tiene dos vertientes: una estrategia muy responsable para mantener bajo control los principales indicadores macroeconómicos y otra destinada a garantizar niveles de ingreso básicos entre los sectores de la población más vulnerables.



En cuanto a lo que se refiere a las acciones que en estos tres años y medio de gobierno nos han protegido contra los efectos de la pandemia y recientemente de una recesión económica que ya ha causado un daño considerable a algunos países, destaca una política de gasto púbico austera y responsable sin mayor impacto en el déficit del gasto gubernamental.

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Lo que se ha conseguido por el ahorro que representa una gestión austera y honesta del gobierno, que ha reducido notablemente los gastos de operación de los programas presupuestarios y combatido sin tregua la corrupción.



En ese ámbito también destaca una nueva administración más justa de los ingresos públicos que, levantando murallas contra una evasión fiscal tolerada, mejoró la recaudación fiscal.



El resultado puede revisarse observando dos indicadores, íntimamente asociados.

El primero está representado por el tipo de cambio del peso, que, contra la experiencia de los gobiernos, desde Ernesto Zedillo, no se ha devaluado, por el contrario, hoy goza de buena salud financiera.

El segundo es el comportamiento de la inflación, que da cuenta plena de la estabilidad del peso, que, pese a su ascenso, en materia de finanzas internacionales nos muestra un perfil favorable, por una sola razón: se ha mantenido en el mismo nivel de la inflación estadounidense y eso es decisivo, porque justo el diferencial de inflacionario frente a nuestro principal socio comercial es lo que determina el nivel del tipo de cambio.



En menos palabras nuestro peso es fuerte porque nuestra tasa de inflación es semejante a la de nuestros vecinos del norte.

Esta convergencia no tiene precedente, porque en cualquier época la inflación mexicana ha estado por encima de la norteamericana.



Pero lo importante es conocer las causas de este fenómeno excepcional. Aquí solo mencionaré un factor esencial: la decisión de subsidiar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que fue una decisión trascendental, tomada con un gran sentido de la oportunidad.



Tan acertada ha sido esta acción de contención que evito una escalada de precios, como la que ha afectado a gran parte de los países occidentales, incluyendo a los Estados Unidos.



Y la mejor prueba de su eficacia la tenemos en el reciente anuncio del Presidente Biden de empezar a subsidiar los impuestos a las gasolinas en los Estados Unidos.

Pero también vale la preguntarse ¿por qué este Gobierno ha sido capaz de financiar una medida que le costará cerca de 450 mil millones de pesos? Casi el 2% del PIB. Por una sola razón: la gestión, honrada, honesta, austera y eficiente del gobierno de AMLO le ha permitido generar un ahorro impensable en los tiempos de los gobiernos neoliberales.

Ahora, sólo para terminar, debo recordar que, a pesar de la recesión, el Gobierno de la 4T tiene ahorros y recursos frescos para ampliar la cobertura y los apoyos de los programas sociales en beneficio de las personas más vulnerables de nuestro México.



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