La Plaza Mayor convertida en circo romano.


“Haced que la muerte os encuentre vivos”
Jiddu Krishnamurti


Por Regino Díaz Redondo, MADRID.- Los hooligans de los equipos de futbol PSV de Holanda y del Arsenal inglés tomaron la plaza Mayor de esta ciudad como coto de caza y arrojaron a grupos de rumanas monedas y billetes encendidos para contribuir a las limosnas que les pedían.
Confundieron la capital con algunos de sus lugares de origen donde, por lo visto, están acostumbrados a hacerlo. Dieron rienda suelta a su refinado espíritu y ofrecieron un espectáculo digno de ellos mismos.
Desde su asiento, afuera de un restaurante, imitaron a la perfección al César y rieron a carcajadas mientras las mujeres les rendían pleitesía con movimientos estrafalarios del cuerpo y llamas en los ojos. Fue en días pasados. Ambos conjuntos, por cierto, perdieron sus partido frente al Atlético de Madrid, los primeros, y ante el Barcelona, los otros.
Los jóvenes mostraron educación y buen gusto. Estaban convencidos que en España se puede hacer cualquier cosa. Somos una nación que vive en Europa por casualidad. Orondos, dialogaron al tú por tú con los que pasan hambre. Ningún policía intervino. No estaban autorizados para interrumpir a los gráciles muchachos. El ministerio del Interior, como es costumbre, y el ayuntamiento, permitieron que los hinchas gozaran a sus anchas. No son más que chiquilladas, dicen desde el gobierno.
Chiquilladas que se publican en infinidad de periódicos del resto del mundo. En digitales, en radio y televisión dieron cuenta de tan simpático espectáculo.
Hubo material suficiente para corroborar que en esta parte del sur de Europa la gente se dedica a dormir, al cante jondo, a las castañuelas y a destripar toros.
El escenario fue estudiado y las formas de trabajar también. No improvisaron. Supieron que hay que entretenerse y nada mejor que disfrutar del sol y la bebida en un lugar donde Ana Botella, ex alcaldesa de Madrid, invitó a los miembros del Comité Olímpico Internacional a tomar “a tomar un cafelito con leshe”.
La capital española es otro espacio más de juerga. De otros países europeos llegan cada año a Barcelona y la toman como rehén. Discurren borrachos por las calles, desnudos, insultan y agreden a hombres y mujeres por igual. Los hoteleros catalanes no protestan porque es un ingreso anual que les cae de perillas.
Queda claro que en nuestro territorio apache pueden alojarse y burlarse de la ley sin recibir reprimendas, mucho menos castigos o multas.
Si quieren dinero, expresaba uno de ellos, pues toma- Y lanzaba un papel moneda casi consumido por la lumbre.
Debemos conformarnos con que nos visiten y dejen money, money. De algo hay que vivir; y si quieren, en la noche los llevamos a pasear por sitios donde no se para la autoridad. Los lugares promiscuos y pornográficos.
¡Olé, olé!
Bienvenidos a la tierra prometida donde todo es posible con tal de que gasten a tutiplén.
Después de estas muestras de cariño hacia los españoles, el gobierno no se atrevió a solicitar disculpas de Holanda. Hay niveles y coeficientes intelectuales que tienen derecho a casi todo. Sí, ya sé. Es una exageración. Pero es que de tantas exageraciones estamos un poco cansados. Al menos, algunos.
Es sólo la descripción de un asunto “puntual”, como se dice por aquí, que en nada empaña nuestras relaciones internacionales. Al fin y al cabo España no sale aún de las tinieblas y tenemos mucho que aprender de las sociedades que nos rodean. Aunque, antaño, hayan sido nuestros súbditos.
Escribo hoy de un tema que no tiene la menor importancia porque todo marcha sobre ruedas en nuestro país. Tenemos un gobierno serio que lucha contra la precariedad, nos protege y alienta. Se respira honestidad por doquier; desde un principio cumplió con lo prometido.
No hizo recortes a la sanidad pública, prefirió hospitales para gente pudiente y creo muchos más. El respaldo de la cultura es impresionante. Las universidades son casi gratuitas y cada vez hay más catedráticos de prestigio porque son muy bien pagados.
Sube el nivel de vida, casi no hay parados. Los empleados están suficientemente bien pagados. Las familias llegan a final de mes con facilidad. Los contratos laborales se hacen por tiempo indefinido, no sabemos el significado de la palabra desahucio y todos gozamos de una vivienda digna.
Han terminado las protestas y manifestaciones porque la gente está satisfecha. Los robos son menores, si acaso algún que otro atraco por unos cuantos euros. Los dirigentes y funcionarios de los partidos nunca lucraron y fueron ejemplo de honestidad. No crearon empresas fantasmas para desviar ingresos y sus cuentas y declaraciones de la renta son claras y están al día.
Los fraudes han sido borrados de nuestro vocabulario y la ley se aplica a rajatabla caiga quien caiga. Todo lo conseguimos gracias a las leyes Laboral y de Seguridad Pública, en vigor.
No hay despidos ilegales ni fáciles para las empresas.
La libertad de expresión está acorazada. No hay abusos de los que ostentan puestos oficiales, están supervigilados. Nadie aprovecha para hurtar. Las puertas giratorias pasaron a la historia y se discute, con altura de miras, en el Congreso.
Hay una auténtica independencia entre los tres Poderes del Estado. Los jueces no se nombran por dedazo sino por competencia e imparcialidad. Los burócratas escuchan y atiendan a todos los españoles por igual, con rapidez y eficacia.
No existen comedores de asistencia social porque adultos y niños comen bien y a sus horas.
Por eso y por más, no podemos quejarnos y, por lo tanto, los articulistas no tenemos material que comentar.
La cosa marcha y el futuro se antoja espléndido. Esto es Jauja, somos una nación importante con opinión propia que prevalece en el consorcio europeo.
Vienen a saludarnos, ansiosos, jefes de Estado y primeros Ministros de otros países, como nosotros, avanzados.
La agenda del jefe del Ejecutivo se desborda porque somos una especie de guía moral que sirve de ejemplo para el resto del mundo.
Por eso-. Y por mucho más.
RDR