Los mexicanos en paraísos fiscales

La revista Proceso presentó nombres de políticos y empresarios quienes han estado en contacto con la firma Mossack Fonseca para solicitar empresas de papel en un intento por hacerse de negocios y ocultar sus capitales.

Ramiro García Cantú, un contratista de Pemex desde hace más de 30 años, cuenta con una compleja estructura para la dispersión de recursos con ramificaciones en Panamá, Nueva Zelanda, y La República de Seychelles -ubicada en las islas del Oceánico Índico, al noreste de Madagascar.

Algunas de sus principales operaciones de offshore se concentran en el principado de Andorra, un pequeño país al suroeste de Europa, con la ayuda de la empresa IGMASA Managment, implicada en evasión de impuestos en el futbol europeo.

La oficina de Garza Cantú no respondió a las llamadas de Proceso para fijar una postura.

Otros de los relacionados con Pemex que figuran en el entramado internacional de ocultamiento de dinero son los socios de Oceanografía, empresa que fue favorecida en el gobierno del ex presidente Felipe Calderón con millonarios contratos con la empresa petrolera paraestatal.

Amado Yáñez Osuna, Martín Díaz Álvarez y los hermanos Oscar y Francisco Javier Rodríguez Borgio le compraron a Mossak Fonseca tres empresas offshore en las Islas Vírgenes Británicas, territorio al este de Puerto Rico, en el Caribe; aunque Amado Yañez aseguró a Proceso que desconoce la existencia de una de ellas, Ceresia, en cuya creación aparece su firma.

Las tres empresas fueron dadas de alta con dirección en Miami, donde vive Martín Díaz, sobrino del exsecretario de Hacienda, Francisco Gil.

Mossack Fonseca, además, abrió otra compañía en el mismo paraíso fiscal para la empresa encargada de pagar los impuestos de Oceanografía a nombre de Fabián Narváez Tovar, quien le brindaba servicios de outsourcing a la contratista.

La suerte de los socios de Oceanografía cambió con la llegada de Peña Nieto a Los Pinos. Amado Yáñez ahora está en prisión acusado de delitos financieros, mientras que a Martín Díaz y a los hermanos Rodríguez Borgio se les abrió a fines de 2014 un expediente por lavado de dinero en Suiza, según la información obtenida a través de Süddeutsche Zeitung y del ICIJ.

Su verdugo, Emilio Lozoya Austin, el primer director de Pemex del gobierno de Peña Nieto, buscó también establecer relación con Mossack Fonseca.

Antes de integrarse al equipo de Peña, Lozoya fue miembro del Consejo de Administración del Grupo español OHL, en México, otra firma de infraestructura cercana al presidente de la República. En marzo de 2011, Lozoya Austin pretendió crear una sociedad con la firma panameña a través de Dubai.

La información disponible no refiere si se concretó la operación, pero una copia del pasaporte del exdirector general de Pemex está en los archivos de Mossack Fonseca como prueba del acercamiento, ocurrido poco antes de que se integrara como consejero de Infoglobal, una compañía de sistemas de telecomunicaciones en la que participaba el yerno de Juan Miguel Villarmir, dueño de OHL.

En respuesta a cuestionamientos durante la investigación periodística, Mossack Fonseca aseguró que sus servicios son legales.
Los estándares de revisión y supervisión comprendidos en lo que se conoce como debida diligencia son prácticamente inexistentes cuando se trata de grandes negocios. Fue el caso de una empresa que gestionó para el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

En el año 2007, Mossack Fonseca creó la compañía Monedeux International Services Inc para el colombiano Juan Pablo Londoño. Sólo después de cinco años, la firma decidió retirarse como agente registrador cuando ya era pública la información de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos en el sentido de que la compañía estaba relacionada con Jorge Milton Cifuentes Villa, socio de Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa.

De acuerdo con la documentación interna de la firma, sólo hay un caso mexicano en el que dijo que no: el de Carlos Hank Rhon, accionista mayoritario del Grupo Financiero Interacciones. En febrero de 2015, en otra investigación internacional conocida como Swiss Leaks, el ICIJ dio a conocer que Hank Rhon tenía depositados 150 millones de dólares en Suiza en operaciones que tenían el propósito de evadir impuestos o esconder el dinero.

La negativa de Mossack Fonseca a Hank se debió al tamaño del desprestigio de su familia luego del escándalo internacional en el que estuvo involucrada cuando el gobierno de Estados Unidos emprendió a mediados de los años noventa la llamada Operación Tigre Blanco.

Sin embargo, Interacciones Casa de Bolsa, propiedad de Hank Rhon, aparece en los archivos de Mossak Fonseca como un “prospecto de cliente” en 1996, cuando estaba en marcha la investigación estadunidense contra la familia de Carlos Hank González, fundador del grupo político Atlacomulco, Estado de México, del que surgió el presidente Peña Nieto.

En la práctica, un “cliente” de Mossack Fonseca es un intermediario entre la firma panameña y el beneficiario final, verdadero dueño de las compañías creadas para esconder el dinero. En esa misma condición de prospectos de clientes de México aparecieron, en 1986, la firma Pricewaterhouse Coopers y, sin fecha, el Dresdner Bank Latinamerika, un banco que tiene su sede en Fráncfort, Alemania.
Los documentos muestran a un peculiar prospecto de cliente mexicano: Óscar Fernando Trujano Sandoval, empleado del Servicio de Administración Tributaria (SAT), el ente de la secretaría de Hacienda directamente encargado del pago de impuestos. Trujano trabaja en la Administración General de Grandes Contribuyentes, en la Administración Central de Fiscalización de Precios de Transferencia.
Con su correo electrónico oficial del SAT y una dirección particular en Iztapalapa, los registros de Mossack Fonseca lo tenían como “prospecto” de intermediario en enero de 2013.

En conversación con Proceso, Trujano aseguró desconocer porque su nombre estaba en los registros de la firma panameña, de la que también dijo no saber a qué se dedica.

El ocultamiento del dinero no sería posible sin la participación de los bancos, empezando por los más grandes a nivel mundial, que fungen en muchos casos como accionistas en las empresas creadas en los offshore.

Para el caso de México, los archivos muestran la presencia de Santander Private Banking, HSBC Private Banking, Credit Suisse First Boston y la calificadora Merril Lynch.

Los despachos mexicanos han sido un gran activo para la firma panameña. Son quienes la ponen en contacto con los dueños del dinero. Tan sólo en 2010, envió regalos de Navidad a 310 despachos mexicanos. De acuerdo con la información, una de las firmas mexicanas que más ha recurrido a sus servicios es Doporto & Asociados, encabezado por el abogado Luis Doporto Alexandre. A través de una empresa de servicios financieros de Holanda, Infintax, Doporto y Asociados ha creado complejas estructuras de sociedades, fideicomisos y fundaciones en distintas jurisdicciones internacionales que han tenido repercusión en la reorganización del sector farmacéutico en México.

Una muestra de ello: en junio pasado, el despacho tuvo un papel central en la venta de Grupo Marzam por parte de Genomma Lab. El fondo holandés Moench Coöperatief compró el 50 por ciento más una de las acciones del segundo mayor grupo dedicado a la distribución de medicinas en el territorio nacional, por lo cual desembolsó mil 350 millones de pesos.

Detrás del fondo holandés se encontraban el propio Luis Doporto, junto con el financiero venezolano Carlos Rafael Dorado, y los también financieros de origen suizo Karl Frei y Patrick Wyss. La Comisión Federal de Competencia (Cofece) aprobó la compra, al aseverar que ésta no afectaría las reglas del libre mercado en el sector farmacéutico.

Sin embargo, la compra de Grupo Marzam se realizó con recursos de Marina Matarazzo, esposa de Pablo Escandón Cusi, el dueño de Grupo Nadro, líder en el sector de la distribución de medicinas. En declaraciones a Proceso, Doporto reconoció la participación de Matarazzo, pero aseveró que la mujer solamente le prestó a él recursos para la operación de compra y negó que con ello su esposo se haya apoderado de su rival directo.

El abogado Luis Doporto Alexandre, de 41 años, es esposo de Melissa Flores Alcántara, hija de Aurora Alcántara Rojas, actual pareja del exgobernador de Oaxaca, José Murat Casab. Aurora Alcántara es hermana de Roberto, el dueño de Grupo Toluca, que congrega a empresas de transporte terrestre, y VivaAerobus México. Al inicio de su gobierno, Peña Nieto le dio un contrato a Roberto Alcántara por cuatro mil millones de pesos para el cobro de peaje en la red carretera de Caminos y Puentes Federales (Capufe). Durante este sexenio Alcántara Rojas adquirió un paquete accionario de 9.3 por ciento de Grupo Prisa, propietario del periódico El País y Cadena Ser. El valor del paquete fue estimado en 100 millones de euros.

Los Alcántara Rojas son originarios de Acambay, un poblado de 56 mil habitantes en el Estado de México, vecino de Atlacomulco y de donde también proviene la familia de Peña Nieto, cuyo abuelo fue alcalde en cuatro ocasiones.
En las estructuras de Doporto & Asociados creadas con Infintax, también tiene una participación destacada Guillermo Vogel Hinojosa, excuñado de José Murat, padre del actual candidato al gobierno de Oaxaca, Alejandro Murat, quien este domingo inicia su campaña a gobernador del mismo estado.
Además de intermediario, Luis Doporto Alexandre es uno de los beneficiarios finales de fideicomisos abiertos por Mossack Fonseca, en los que Aurora Alcántara aparece como protectora sustituta.

El espectáculo vinculado a la política mexicana tampoco ha sido ajeno para Mossack Fonseca. La actriz Edith González Fuentes aparece como beneficiaria final de una empresa radicada en Bahamas. González está casada con Lorenzo Lazo Margain, director jurídico del despacho Alemán Velasco y Asociados. Este bufete pertenece a Miguel Alemán Velasco, hijo del expresidente de la República, Miguel Alemán Valdes. Alemán Velasco ha sido socio de Televisa, gobernador de Veracruz y es dueño, entre otras empresas, de la aerolínea Interjet. Lazo Margain no respondió a las llamadas de Proceso. González fue además pareja del exsecretario de Gobernación del PAN, Santiago Creel Miranda. Durante gran parte de su carrera ha sido actriz de Televisa, aunque desde 2010 trabaja para TV Azteca.

Del sector empresarial, Mossack Fonseca facilitó a la empresa Altos Hornos de México (AHMSA) la creación en Panamá de una compañía llamada Carlyle Techonologies Corporation que ha servido para la triangulación de recursos de la empresa mexicana desde 2006, cuando AHMSA ya estaba en quiebra. Empresa pública que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores, AHMSA todavía movilizó recursos en diciembre de 2015, de acuerdo con los archivos filtrados.

La relación del despacho panameño con clientes mexicanos en busca de paraísos fiscales data por lo menos de hace 30 años, cuando le abrió la puerta a narcotraficantes para crear empresas offshore, en momentos en que salían del país millones de dólares por la crisis económica en el gobierno de Miguel de la Madrid.

En la primera mitad de los años 80, en pleno auge del cartel de Guadalajara, Mossack Fonseca creó dos empresas para uno de los principales líderes de esa organización, Rafael Caro Quintero.

Uno de los socios del despacho panameño, Ramón Fonseca, fue el agente residente y presidente de la sociedad Compañía Monte Carlo S.A., propiedad del narcotraficante sinaloense.

Caro Quintero pasó 28 años en prisión y fue liberado sin cargos en 2013. Tras unos meses de breve libertad, está de nueva cuenta en condición de prófugo luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación revirtiera la orden de liberación. En los ochenta Mossack Fonseca también creó la compañía Financiera Monte Carlo S.A. para Caro Quintero.

Entre los prominentes hombres de negocios que han entrado al secreto mundo de la movilización de capitales está Guillermo Cañedo White, exejecutivo de Televisa y vicepresidente de la Confederación Norte, Centroamérica y del Caribe de Futbol (Concacaf), entre 2007 y 2012. Ese periodo está bajo investigación de la justicia de estados Unidos como parte de la corrupción de la Federación Internacional de Futbol (FIFA).

Uno de los socios de Cañedo White es otro de los mexicanos con una amplia relación con Mossack Fonseca, Ángel Remigio González González.

Dueño de medios de comunicación en Centro y Sudamérica, el empresario conocido como El Fantasma, por su reiterada negativa a aparecer en público, es socio de Cañedo White en una firma offshore creada en las Islas Vírgenes Británicas. Ninguno se reportó a los llamados del semanario.

También del sector de las telecomunicaciones aparece el empresario y coleccionista de arte José Antonio Pérez Simón, quien creó empresas junto con su hija. Formó parte del Grupo Carso de Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo.

Aunque miembros prominentes de la actual clase política mexicana no aparecen en el historial reciente de Mossack Fonseca, el contratista Hinojosa Cantú es considerado en la investigación periodística internacional como uno de los latinoamericanos poseedores de offshore con más relevancia política. Su nombre está al lado del presidente argentino, Mauricio Macri, quien está en la lista de doce líderes mundiales que crearon compañías offshore a través de la firma especializada de Panamá.


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