Por Javier Corral Jurado- Claudia Sheinbaum Pardo, ha subrayado que hay que tener calma y la cabeza fría, actuar paso a paso, será el método al que la presidenta va a recurrir ante su homólogo estadounidense y su hostil discurso.

La presidenta ha expuesto que será necesario ponderar la razón y no sobredimensionar las medidas de Trump, sino entenderlo como el paso lógico, la extensión de una oferta de campaña, que ahora se convertirá en una estrategia mediática de cumplimiento.

El decreto que firmó Trump sobre la zona de emergencia de la frontera sur es prácticamente el mismo que firmo en su primer periodo, de igual manera la declaración de "Quédate en México”, fue instaurada en 2018; sobre el Golfo de México, su renombre como Golfo de América será únicamente para su plataforma continental, para nosotros y el resto del mundo sigue y seguirá siendo Golfo de México y finalmente, que los cárteles sean clasificados como organizaciones terroristas, impactará más en Estados Unidos, quien tendrá que declarar toda una red de complicidad, apoyo y financiamiento a los carteles de la droga en su territorio.

Ante este escenario, da risa escuchar cómo algunas de las voces opositoras, las de menor prestigio, por cierto, casi imploran la intervención militar de Estados Unidos contra el narcotráfico. Reafirman ahí, no sólo su mezquindad, sino la pequeñez de su visión política. Más allá de la retórica norteamericana o de la minúscula óptica local, es necesario comprender que las medidas tendrán consecuencias para ambos países, é stas y cualquier otro anuncio futuro así debe revisarse. Por supuesto que, no por ello, hay que bajar la guardia, ni minimizar que se trata de revivir de reavivar el espíritu de supremacía norteamericano, y su histórico desprecio por nuestra nación; conductas que confirman que la democracia gringa no es más que una plutocracia de intereses económicos. hoy dirigida por los magnates tecnológicos, quienes, con su enorme poder económico e ideológico, refuerzan al presidente norteamericano, quien desde ayer concentra el poder político de uno de los países más poderosos del mundo. Ahora, más que nunca, debemos respaldar la defensa de nuestra soberanía, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, una jefa de Estado, cuya fuerza política y apoyo popular, muy superior al que Trump tiene entre la sociedad norteamericana, tendrán una relevancia significativa, frente a la actual coyuntura.

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